martes, 3 de mayo de 2011

MONZÓN, CUNA DE DEPORTISTAS

TRIO DE ASES:


El ramillete de deportistas excepcionales está representado por un “trío de ases” casi irrepetible: Javier Moracho, Conchita Martínez y Eliseo Martín. Dos atletas y una tenista. Dos caballeros del tartán y una dama de la raqueta. Los tres con vitola de olímpicos (aunque no los únicos) y credenciales que enorgullecen a la ciudad. Muchos han seguido su estela o están en el camino, pero, al menos de momento, ellos son la primera referencia. (La metáfora no es acertada porque las montañas del mundo también conocen a la gente de esta tierra, como se verá en otra página). Monzón “exportó” al mundo a Javier, Conchita y Eliseo, y la transacción le reportó jugosos beneficios: copas y medallas europeas, olímpicas y mundiales a las que sacan brillo en sus mejores sueños decenas de chavales que, gracias a sus paisanos, saben que los héroes y las hazañas no sólo viven en los cuentos... si hay de por medio trabajo y constancia.
 
 

Javier MorachoJAVIER MORACHO:


Aterrizó en la pista de atletismo a primeros de la década de los setenta. Saltó altura y triple y corrió los 60 y los 110 metros vallas. Era una fiera con hambre de metal que buscaba la mejor presa. Su progresión siempre encandiló a propios y extraños. En 1978 llegó a las semifinales de 60 mv del Campeonato de Europa; en 1980 se proclamó campeón absoluto de España; y en 1981 se llevó la medalla de plata en el continental celebrado en Grenoble. Los récords nacionales (17 veces campeón) y los buenos cronos en los mítines internacionales fueron noticia un mes sí y otro también, pero el hambre de Javier no estaba aplacada. Le faltaba el “oro” de los dioses y no paró hasta conseguirlo, y se lo apropió en 1986 al ganar la prueba de 60 mv en el Campeonato de Europa Absoluto de Pista Cubierta.
Javier lleva sobre sus espaldas la dulce carga del pionero, del que abre camino y marca la senda. Fue olímpico en Moscú-80, Los Ángeles-84 y Seúl-88. En la pista de tartán era “explosión y nervio”. Hoy viaja por todo el mundo como relaciones públicas de una empresa deportiva, y sigue siendo embajador emérito de una ciudad que lo lleva “clavado” en el corazón.
 
 
Conchita Martínez
  
CONCHITA MARTINEZ:

 

Sin duda, el currículum de la tenista es el más espectacular y de mayor peso específico del trío de ases. A grandes rasgos: durante las 18 temporadas que estuvo en activo acabó entre las 50 primeras del ranking, 12 dentro del “Top-15” (1989-2000) y cinco entre las cinco primeras (1993-96 y 2000). En octubre de 1995 se situó en el puesto número dos del mundo. Ha ganado 33 títulos del WTA-Tour (20 sobre tierra batida, su superficie preferida), y acumula 174 victorias en torneos del “Gran Slam”. En 12 ocasiones consecutivas se clasificó para jugar el “Master”, y con el equipo nacional conquistó cinco veces la Copa Federación (1991, 93, 94, 95 y 98). Sus participaciones olímpicas se han saldado con tres medallas, todas en dobles: plata en Barcelona-92 y bronce en Atlanta-96 (con Arantxa) y plata en Atenas-2004 (con Virginia Ruano). Fue reina del Fórum Itálico entre 1993 y 1996. Jugó las finales del Open de Australia (1998) y la de Roland Garros (2000), y el hito de oro de su carrera (esa gran hazaña con la que se identifica a un héroe) data de 1994, año en el que levantó en el All England Tennis la copa de Wimbledon (única española que lo ha conseguido). Conchita anunció su retirada del circuito WTA en abril de 2006. La zagala del Club HINE que subió peldaños a base de miles de pelotazos (constancia) ha hecho historia. Es “la novia de Monzón”.

 


Eliseo MartínELISEO MARTIN:

Eliseo es el atleta que ha recogido la antorcha de éxitos de Javier. Su prueba, los 3.000 metros obstáculos, ha sido durante mucho tiempo “parcela privada” de los deportistas africanos, y él, poco a poco y con loable constancia, se ha hecho un hueco. En este empeño, su entrenador Fernando García “Fondi” ha tenido mucho que ver. Eliseo fue campeón de España junior de 10.000 metros en 1992, y en el Mundial de Seúl de esa categoría, séptimo en la misma distancia y primer atleta no africano. En las temporadas 94 y 95 selló su matrimonio con los 3.000 obstáculos al proclamarse campeón nacional promesa, y su travesía del desierto fue una lesión que le impidió competir en Atlanta-96. No cesó de trabajar y el esfuerzo dio frutos: campeón de España en 1999 y sexto del mundo en la cita planetaria celebrada en Sevilla (la medalla seguía siendo un sueño). A renglón seguido llegó Sidney-2000, y el obstaculista repitió el puesto logrado en la capital hispalense, lo que le reafirmó como “valor en alza”. El último acto de esta progresión tuvo como escenario París. El 26 de agosto de 2003 se disputó la final de 3.000 metros obstáculos del Mundial de Atletismo, y el montisonense, en una carrera grabada a fuego en la memoria de los aficionados, se plantó en la meta en tercer lugar tras superar a dos rivales en los últimos doscientos metros. Simplemente, épico. Medalla de bronce. Hasta hoy, el cielo del atletismo local.

LOS OTRO CINCO OLIMPICOS:

Los olímpicos de Monzón
DELFÍN CAMPO:

Nació en 1966 y, acudiendo al tópico, aprendió a esquiar antes que a caminar. Así, a los nueve años ya lo ficharon para el equipo de promesas de la Federación Española de Deportes de Invierno. Fuerte, potente y atrevido, y especialmente dotado para el esquí, acumuló campeonatos en distintas categorías, a los 17 años entró el Equipo Nacional de Esquí Alpino, y a los 20 se proclamó subcampeón de España de Slalom.
En la temporada 86-87, una polémica con un sector de la Federación le apartó de los cauces habituales de la competición. Sin embargo, arropado por su padre, acudió a las citas por libre, sumó puntos, y se llevó el campeonato nacional. Quienes dijeron que su estrella había empezado a palidecer tuvieron que comerse sus palabras, y como las hazañas cantaban, fue seleccionado para los Juegos Olímpicos de Calgary, y Monzón se puso en pie ante su segundo olímpico. En las pistas de Canadá no hubo medallas.

RICARDO CAMPO:

Comenzó a esquiar con 4 años en Cerler, Formigal y la Tuca, y con dos profesores de excepción: sus hermanos mayores. Con 12 años entró en el Equipo Nacional Promesas. En 1989, en el Campeonato del Mundo de Vail (EEUU) acabó en el puesto 18 en slalom, y ese mismo año, en la Universiada de Sofia, fue quinto en slalom y supergigante. En 1991 consiguió sus mejores créditos: séptimo en el slalom combinado en el Campeonato del Mundo de Saalbach y, en lo que supone su mayor orgullo, bronce en eslalom en la Universiada de Sapporo. Sigue entrenando duro y el premio de la selección olímpica le llega en 1992, año en que compite en los Juegos de Invierno de Albertille, formando pareja monzonera con Vivente Tomás. Ricardo ocupó el puesto 23 en la combinada.

VICENTE TOMAS:

Atesora el honor de haber sido olímpico en dos ocasiones: en Albertville-92 y Lillehammer-94. Antes fue campeón de España de Esquí Alpino, y doble mundialista en 1991: en Sapporo como universitario y en Saalbach como absoluto. Desde los años de benjamín y hasta 1994, su nombre figuró en las selecciones nacionales de esquí. Después de la olimpiada del 94, Vicente todavía compitió en los Campeonatos del Mundo Universitarios de Jaca-95, y entre 1994 y 1998, ya con domicilio en Estados Unidos, se proclamó cuatro veces campeón de la Liga Universitaria Americana formando parte del equipo de Sierra Nevada College.

ÁLVARO BURRELL:

Hijo de otro atleta con larga trayectoria en el Centro Atlético Monzón, comienza a brillar coincidiendo con el apogeo de Moracho. Así, en 1986 ya cosecha el oro regional de decatlón y salto de altura y la plata nacional junior de pruebas combinadas. Pronto se convierte en puntal del equipo montisonense, y se mantiene firme entre la segunda mitad de los ochenta y toda la década siguiente, y todavía en este siglo XXI aporta su grano de arena al equipo de Primera División en los concursos de lanzamiento.
Encauzado hacia la competición atlética más exigente, el decatlón, en 1988 logró el récord de España junior. Campeón y subcampeón de España de pruebas combinadas en varias ocasiones, y bronce en 1990 en los Juegos Iberoamericanos, su carnet de olímpico data de 1992, año de grato recuerdo para el deporte español por el éxito de la Olimpiada de Barcelona. Álvaro fue olímpico con 23 años. Unos meses antes de la cita de la Ciudad Condal, acreditó en decatlón 8.005 puntos, lo que le convirtió en el segundo español (después de Peñalver) en superar el listón de los 8.000.

JAVIER GAZOL:

Tiene sus raíces en Lanaja y se formó deportivamente en Monzón. A los 14 años, en una concentración celebrada en Zaragoza, Hans Ruf, especialista en pértiga y ligado al Centro de Alto Rendimiento de San Cugat, le dice que tiene madera y le invita a quedarse bajo su tutela deportiva. Javier militó en el CAM entre 1996 y 1999, y en el bienio 2000-01 vistió la camiseta del Airtel. Con 16 años saltaba 3,70, al año siguiente, 4,35, y con la mayoría de edad, 5,10. Se fue de Monzón acreditando 5,22, y en la época con el Airtel llegó a los 5,47. En resumen: campeón de España junior al aire libre, campeón promesa al aire libre y en pista cubierta, campeón de España absoluto al aire libre en 2001 y 2004, y campeón en pista cubierta en 2004. Su mejor registro es de 5,60.
Gazol había saltado 5,55 en Turquía en junio, lo que le ponía un pie en Atenas, y para poner el otro necesitaba, como poco, repetir ese salto. En Almería, franqueó los 5,60 y se hizo con el oro nacional y el billete a la Olimpiada de 2004. En la capital griega saltó 5,30 y rozó el listón situado a 5,50, y allí acabó su aventura. En cualquier caso, su carnet de olímpico con 23 años hace presagiar lo mejor.

FIESTAS Y TRADICIONES


EL BAUTIZO DEL ALCALDE:

Bautizo del alcaldeA la tradición montisonense más singular se la conoce como “El Bautizo del Alcalde”. Se reedita cada año el 4 de diciembre, festividad de Santa Bárbara, patrona de la ciudad, y consiste en el lanzamiento de castañas y golosinas desde los balcones del Ayuntamiento a la muchedumbre congregada en la plaza Mayor. Hasta bien adelantado el siglo XX también caía alguna peseta. Los encargados de lanzar los regalos son los concejales, las Zagalas y Zagaletas, algunos invitados...
El 4 de diciembre de 1643, las tropas castellanas reconquistaron el castillo de Monzón que estaba en poder del ejército francés desde el 19 de mayo de 1642 (Guerra de Secesión), y por este motivo Santa Bárbara es patrona de la ciudad. Hasta aquí, la historia. A renglón seguido, la leyenda cuenta que la población decidió nombrar alcalde, y que la mayoría se pronunció a favor de un hombre recto, cabal... y mozárabe. La confesión religiosa del electo era un inconveniente, y el conflicto se solucionó cuando aceptó la conversión al cristianismo. Fue bautizado y la ciudad estalló en una fiesta, y desde los balcones del Ayuntamiento cayeron castañas y dulces...
Y así hasta hoy.


ROMERIA A LA ERMITA DE LA ALEGRIA:

RomeríaEl Lunes de Pascua es día grande en Monzón. Desde el punto de vista festivo, el segundo en importancia después del 21 de septiembre, festividad de San Mateo, el patrón “popular y oficioso” de la ciudad. El cerro de Lascellas, a dos kilómetros de la ciudad bajando por la carretera que lleva a Pueyo de Santa Cruz, está coronado por la ermita de la Virgen de la Alegría, y aquí confluyen miles de romeros en una jornada en la que se dan la mano sentimientos religiosos y ánimos de diversión.
Antaño, los romeros caminaban u ocupaban plaza en carros engalanados (siempre bien provistos de vino y viandas). Luego, los tractores relevaron a las caballerías; y en la actualidad, los automóviles han desplazado a cualquier otro medio de locomoción. Las horas festivas y de comida campestre se han visto notablemente recortadas por la prohibición de hacer fuego al aire libre (las parrillas llenas de costillas y longaniza han desaparecido porque lo han hecho las hogueras). Así, la romería es matinal para la mayor parte de la población, y vespertina para los enfermos y quienes no desean el bullicio de las charangas y las botas de vino.
En la capilla de la ermita se celebran tres misas (a las nueve, a las doce y a las seis de la tarde), y la tradición impone pasar por el camarín de la Virgen para besar su manto. Fuera, los peñistas reparten roscón de Monzón y vino, un grupo folklórico canta y baila, y los montisonenses residentes en ciudades alejadas no paran de saludar a viejos amigos. Cualquiera con orígenes en el lugar, a nada que puede, hace hueco para estar el Lunes de Pascua en Monzón y subir a la ermita. Arriba, unos dan muestra de su devoción y otros se entregan al esparcimiento. Y juntos están.

SAN MATEO, FIESTA MAYOR:


San MateoLas fiestas mayores de San Mateo tienen su origen en la feria de caballerías, ganado y productos del campo que se celebraba en Monzón el 21 septiembre, día en el que baja el telón el verano. Hoy, los festejos se rigen por los cánones comunes a muchas ciudades de mediana entidad: peñas, “chamizos” (locales de las pandillas de jóvenes), charangas, pregones, parque de atracciones, verbenas, conciertos, bailes de madrugada, folklore, revista musical, banda de música, homenaje a los mayores, ofrenda al patrón, fuegos de artificio, “pobre de mí” y cierre.
Desde el inicio de la década de los ochenta (ya consolidada la democracia y fraguado el movimiento asociacionista de los ciudadanos), el programa del Patronato Municipal de Festejos lleva el marchamo de “sin taquillas”, es decir, verbenas y conciertos gratuitos. Las peñas son innumerables, y las más potentes están agrupadas en el colectivo “Monzón qué demasiao” que organiza los Bailes de Madrugada. Por su parte, la Asociación Recreativa y Cultural “San Mateo” dispone de un impresionante local social y programa de verbenas propio. El domingo anterior a la semana festiva, en la plaza Mayor son coronadas las Zagalas y Zagaletas (representantes de los barrios y los colegios) y se leen los pregones oficial y baturro, y el día de la víspera (martes) el Desfile de Carrozas recorre las principales arterias de la ciudad.



SANTA BARBARA, LA "FIESTA PEQUEÑA":

El calendario religioso dedica el 4 de diciembre a Santa Bárbara, patrona de Monzón por los motivos apuntados en el párrafo dedicado al Bautizo del Alcalde. La fiesta, sin embargo, pasa hoy prácticamente desapercibida a efectos laborales y de programación de verbenas porque estos aspectos son monopolio de San Mateo. Así, los nuevos tiempos han configurado un guión vespertino que aglutina tres actos bien dispares: el Bautizo del Alcalde, el encendido oficial de la luminaria navideña por las autoridades (fruto de la colaboración del Ayuntamiento y la Asociación de Comercio) y la inauguración del Belén Monumental de Monzón y el Cinca Medio de la Asociación Belenista “Isaac Lumbierres” (montaje que se puede visitar hasta el Día de Reyes, y que tiene gran eco social y mediático por sus dimensiones, la riqueza del decorado y la variedad de figuras; en el apartado “Cultura” hay más información).
A las nueve de la noche, Monzón despide a Santa Bárbara con fuegos artificiales y el “Toro de Fuego”, tradición esta última en la que no peligra la vida de ningún astado: una persona empuja un armatoste de madera que emula a un toro y va cargado de elementos pirotécnicos, y los más atrevidos lo citan y corretean a su lado. Y no hay más. La aclaración viene a cuento porque no será la primera vez que una revista de defensa de los animales nombra a Monzón como “ciudad en la que se tortura a las reses”. Tal gazapo no debe volver a colarse en ninguna redacción.

AYUNTAMIENTO DE MONZÓN

Edificio del Ayuntamiento




La sede física del Ayuntamiento de Monzón es el palacio de arquitectura renacentista aragonesa (con orígenes en los siglos XVI y XVII) que preside la plaza Mayor. La fachada presenta un pórtico de cinco arcos de medio punto (lonja) y tres plantas. En la fachada lateral derecha hay dos arcos más. Aquellos y estos están colocados sobre gruesas columnas toscanas de fuste liso que se apoyan en basas con zócalos cuadrangulares con un toro.
En 1769 fueron suprimidas las grandes ventanas de la segunda planta, que se convirtieron en tres balcones adintelados y abiertos muy próximos al primer cuerpo de arcos. Entre dos de ellos se colocó el escudo de armas de la ciudad: la flor de lis sobre monte en el primer y cuarto cuartel, y castillo en el segundo y tercero. Al conjunto sujetado por angelotes lo remata una corona real, y está rodeado por un círculo trenzado con motivos florales.
En el libro “El castillo de Monzón” (págs. 509-510), el historiador Francisco Castillón Cortada dice: “El edificio del Ayuntamiento ha sufrido durante el correr de los tiempos numerosos impactos que obligaron a los respectivos alcaldes a su reparación y rehabilitación. Por lo que se refiere al siglo XX, siendo alcalde Antonio Martínez, en 1955 se procedió a la restauración de la fachada, respetando su estructura artística. (…) El edificio arrastraba deficiencias que amenazaban ruina, a pesar de que el alcalde Isidro Calderón (a caballo de los sesenta y los setenta) le dio la estructura interna actual con la adquisición de la casa adjunta a las antiguas cárceles (hoy cuartelillo de la policía municipal). Entre 1977 y 1980, con Joaquín Saludas en la Alcaldía, se acometió la total restauración y afianzamiento de la fábrica…”.
En el verano de 2006, la obras de remodelación de la plaza Mayor que la convirtieron en espacio peatonal incluyeron la construcción de nuevas escalinatas de acceso al porche.
La Corporación Municipal la componen 17 concejales. Desde la instauración de la democracia y hasta 2007, han ejercido de alcaldes Joaquín Saludas (PCE), Carlos Allué (PSOE), Ernesto Baringo (PSOE), Nicolas Fortuño (PP) y Fernando Heras (PSOE).
El Ayuntamiento “deriva” parte de su actividad administrativa y gestora a cinco Patronatos Municipales: Cultura, Deportes, Festejos, Institución Ferial y Residencia de Ancianos “Riosol”. Aunque están directamente ligados a aquél, estos organismos autónomos tienen personalidad jurídica propia. (La estructura orgánica queda recogida en la pestaña “Corporación municipal”).

JOAQUIN COSTA









       Cuna de numerosos personajes ilustres, en Monzón nació una de las más relevantes figuras del regeneracionismo, Joaquín Costa Martínez, político, historiador y jurista. La que fue su casa natal es ahora un museo que recuerda su vida y su obra: su nacimiento en Monzón, su infancia en Graus, sus estudios de Bachillerato en Huesca, su afición por los libros, los diferentes oficios en los que trabajó... Precisamente como discípulo artesano fue Costa a la Exposición Internacional de París en 1867.
       El Museo de Joaquín Costa ocupa dos plantas (planta calle y sótano) de su casa natal - también sede del Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio (CEHIMO)- En ambos espacios se distribuyen paneles informativos, fotografías y vitrinas en las que se exponen ejemplares de sus libros y de sus artículos de prensa.

ERMITA DE LA VIRGEN DE LA ALEGRIA

          HISTORIA:

          La ermita de la Alegría está situada en el lugar que se llamó las Cellas, siendo en un principio fortaleza y destruída por orden de Jaime I. Paralelamente a su derribo se alzó el edificio del santuario de la Alegría donde se veneraba a la Virgen bajo la advocación de la Alegría.
..........Jaime I cedió el dominio del santuario al Concejo, excluyendo a las órdenes religiosas de cualquier tipo de derecho sobre la Ermita y por extensión de toda la partida de las Cellas. Se puede leer en "Historia de Monzón", importante obra de Mª Teresa Oliveros de Castro. "Otra ermita hay en un collado, que paresce hacia mediodía entre unos olivares, que se dice Nuestra Señora de la Alegría, ansí mismo bien visitada".
        Durante y como consecuencia de las guerras del 1642 la Ermita de la Alegría sufrió fracturas y destrozos que obligaron hacia el año 1662 trasladar los cultos devocionales a la iglesia de Santa María. Seguimos leyendo a Mª Teresa Oliveros de Castro "En la ermita se hallaba fundada la cofradía bajo el mismo título de la Virgen, la cual poseía un huerto situado bajo el molino harinero que se llamaba de la Villa, por los años 1613."
..........Desde su advenimiento la Virgen de la Alegría aglutinó grandes devociones que se conservaron y engrandecieron a lo largo de los tiempos. Un apunte histórico que realza la figura y espíritu de la Virgen de la Alegría más allá de lo puramente localista -y que avala nuestro comentario acerca de la gran devoción que tuvo y que sigue manteniendo viva- es saber que en la Catedral de Barcelona tiene una capilla y que en su honor existen "gozos" en castellano y catalán.


ROMERIA:



..........Los montisonenses y vecinos de la comarca celebran con gran emoción el Lunes de Pascua, una gran fiesta en honor a Nuestra Virgen de la Alegría. Desde primeras horas de la mañana los romeros se van acercando a la ermita y alrededores, llegando a ser masiva la afluencia de grupos de amigos y familiares disfrutando antes y después de la Misa, con el canto del himno a la Virgen. Se engalanan algunas carrozas, se come roscón, farinosos, longaniza y otros productos de la tierra, sin olvidar las actuaciones de los grupos joteros.
..........Nos tomaremos la licencia de citar los comentarios que al respecto ha escrito con rigurosa explicación Mª Teresa Oliveros de Castro: "Era Antigua costumbre el ir en procesión cada año a las ermitas, pero ya en el siglo XVIII perduraba solamente la de la Virgen de la Alegría, en el lunes de Resurrección.
..........La fiesta consistía en cantarse una Misa en la ermita y se decía el último sermón, como despedida de la Cuaresma con la asistencia del cabildo, clero parroquial de San Juan y religiosas de las Comunidades que entonces había, Ayuntamiento y particularmente vecinos en lo antiguo sólo se gastaba lo correspondiente a un refresco o desayuno; pero considerando muy incómodo el regreso antes del mediodía, se dilató hasta la tarde disponiendo de una proporcionada comida a los concurrentes. En el año 1771 se nombró un administrador de la ermita y consignan a este efecto un campo en la Balfarta.
          Para dar mayor solemnidad y alegría a la fiesta, se permitía la asistencia de una cuadrilla de mozos danzantes que en obsequio al Santísimo le acompañan en su procesión el primer día, continúan en al segundo la de Nuestra Señora de la Alegría divirtiendo la Plaza en el tercer día con cuyo honesto entretenimiento logra el Pueblo descanso en sus pesadas tareas, especialmente observada moderación en tales actos populares; e interviniendo el gobierno político para precaver desórdenes , como sucedió el que comenzó a notarse en la idéntica función de la Alegría en 1756."


HIMNO:

CATEDRAL DE SANTA MARIA DEL ROMERAL

La Catedral de Santa María del Romeral de Monzón es un templo católico situado en la ciudad de Monzón, en la provincia de Huesca, España. Es sede catedralicia de la diócesis de Barbastro-Monzón junto con la catedral de Barbastro. Está declarada monumento histórico-artístico.

HISTORIA:

Fue construida entre finales del siglo XII y principios del siglo XIII, sobre una iglesia anterior, consagrada en 1098. A lo largo de la Edad Media acogió en varias ocasiones a las cortes del reino y de la corona de Aragón. Durante el siglo XVII se llevarón a cabo una serie de actuaciones en el templo, perdiéndose el claustro románico y construyéndose la cripta y el campanario actuales, en estilos barroco y mudéjar. En 1904 se reformó la torre dotándola de un nuevo reloj.



CARACTERISTICAS:

La estructura del templo está formada por tres naves coronadas por bóvedas de cañón terminadas en tres respectivos ábsides. Dos de los ábsides son típicamente barrocos, presentando la característica forma semicircular. El otro de ellos, el del Evangelio, fue reformado posteriormente, siendo sustituido por una capilla gótica. Los capiteles que se conservan muesran una decoración típicamente cisterciense, prescindiendo de representaciones de figuras humanas.
El campanario cuenta con ocho campanas, dos de ellas anteriores a la guerra civil (una de 1904 y otra de 1930), una de 1940 y otras cinco de 1999.